jueves, 11 de octubre de 2012

Deporte y deficiencia audiiva I

La diversidad siempre ha existido en la escuela porque concurren sujetos con diversas historias, prácticas, estilos de vida, forma de apropiarse de conocimientos culturales, etc. Todos los/as alumnos/as son distintos, algunos necesitarán adaptaciones para poder adquirir dichos conocimientos pero siempre en el contexto general de nuestra práctica, nunca aislados con ideas de mejorar algún aspecto de la educación sin el valor social que debe tener. Los/as alumnos/as con necesidades educativas especiales (NEE), deben estar abiertos al aprendizaje junto a otros/as compañeros/as, sin sentirse inferiores y haciendo ver que ellos/as tienen cosas que ofrecer. Los docentes, deben de aprender a entrar en el mundo de los discapacitados y profundizar acerca de las minusvalías, conociendo en su propia piel cómo se sienten los/as alumnos/as con estas características cuando se enfrenta a la práctica de actividades físicas.Plantear actividades teórico- prácticas sobre deportes adaptados como el atletismo para ciegos, son un punto de unión en el que además se trabaja la integración en la escuela y en la sociedad.
 
La discapacidad auditiva se puede definir como aquel trastorno sensorial caracterizado por la pérdida de la capacidad de percepción de las formas acústicas, producida ya sea por una alteración del órgano de la audición o bien de la vía auditiva. (Ríos, 2001). La deficiencia auditiva no ocasiona necesariamente retrasos en el desarrollo de las capacidades motrices, aunque algunos autores señalan que son frecuentes las dificultades en el equilibrio y coordinación general, aduciendo entre otras como posibles explicaciones para ello: defectos vestibulares, neurológicos, la privación del sonido como incentivo y guía del movimiento, la ausencia de relación verbal con el movimiento y la sobreprotección de los padres.
 

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