lunes, 5 de noviembre de 2012

Musica y deporte II

Música como técnica.

Otra manera de usar la música, es recurrir a ella, cuando no podemos hacerlo materialmente, para que nos provoque el mismo efecto que si la escucharamos. Seguro que gna vezen un entrenamiento, una salida o una competición, la música aparece a menudo y a veces machaconamente. Se nos mete una canción en la cabeza y no podemos dejar de tararearla, silbarla o repetirla en nuestra mente. Esto, que muchas veces acaba siendo un fastidio, podemos intentar darle la vuelta y usarlo como estrategia en beneficio nuestro. Es decir, usar música energizante si es lo que necesitamos, o relajante si es lo que queremos en ese momento, pero con la particularidad de que no escuchamos pasivamente, sino que la reproducimos nosotros mismos.
 
Música para acompañar nuestro estado de ánimo.
Usar la música para este aspecto, es algo muy poco común, aunque muchas veces lo hacemos inconscientemente, pero como los puntos anteriores, podemos usarlo en nuestro beneficio en un momento determinado. Es simplemente escuchar música que esté acorde al estado de ánimo en el que nos encontramos en ese momento, para mantenerlo el máximo tiempo posible. Es bastante obvio que cuando uno está alegre, le apetece escuchar música del mismo tipo. Lo podemos utilizar para mantener ese mismo estado emocional, cuando vamos camino de una marcha o competición, y nuestra activación es la óptima y no necesitamos ni subirlo ni bajarlo, o cuando hemos acabado y nuestro resultado provoca que estemos contentos, para que lo sigamos manteniendo. Podréis pensar que es algo de perogrullo, pero la sintonía estado de ánimo-música puede provocar cambios fisiológicos beneficiosos, y es por ello por lo que es muy interesante el poder mantenerla, ayudando nosotros al escuchar música que la favorezca. Simplemente os animo a probarlo

No hay comentarios:

Publicar un comentario